El futuro se vuelve, se revuelve, desaparece, se queda obsoleto o se reconvierte hasta hacerse imperceptible o confundible con el presente. Futuro Caduco trata sobre esto. Sobre la retroalimentación de los tiempos. Nos obsesionan las visones, los puntos de vista y la reconstrucción de escenarios imaginables.
El futuro ha vuelto, pisando cómo nunca nuestra nuca. Nos bombardea con estridentes colores a la vez que lo tiñe todo de negro. La rapidez y urgencia con la que surgen las cosas nos hace ver cómo cada vez se desdibujan las fronteras de los tiempos. Nuestro interés, de esta manera se convierte también en político y filosófico.
Política y económicamente se están produciendo discursos en dónde la noción de futuro resuena (y llega incluso a rechinar) por doquier. La noción de líder del planeta en que tantas distopías de la ciencia ficción se inspiraron son cada vez más reales. La globalización, la crisis del estado nación, y la consolidación del poder en cada vez menos manos son algunos ejemplos de ésto.
Por otro lado, y a consecuencia del devenir político y económico se empiezan a vislumbrar el carácter filosófico de las visiones de futuro. Da la sensación por el ambiente que se respira en el asfalto que la sociedad desea conservar algunos valores y caracteres tradicionales sin perder los avances tecnólogicos que hacen que sus vidas estén muy interconectadas, sin embargo, en ocasiones ambas visiones entran en conflicto y se empiezan a traspasar al ámbito personal y de identidad (la idea del humano deshumanizado, del hombre supertecnológico, la soledad en el mundo global...)
Por la posición extrema que ocupa el futuro en nuestro presente, y nuestro presente cómo resultado de procesos sociales históricamente creados, nuestro interés sobre el futuro estriba en la observación y análisis de discursos que revelen la estructura de poder que se manifiesta o se ha de manifestar en la estructura social. A lo largo de todo el blog hemos visto cómo la ciencia ficción ha sido capaz de abarcar el futuro presente y pasado de las sociedad de escenarios distópicos en dónde carece de sentido la vida humana o dónde se humaniza la vida androide. Miles son las ecuaciones que ha retratado el cine; pero todas ellas bajo un denominador común: el poder y la lucha de poderes. Por tanto, desde el punto de vista sociológico la información y análisis (en ocasiones caótica, diacroníca, incoherente o confusa) del blog puede ayudar a la creación de conocimiento acerca de los mecanismos en las estructuras de poder.
En un principio empezamos a utilizar el cine clásico de ciencia ficción cómo soporte material para revelar todo esto que queremos decir, pero al estar el futuro tan presente y ante el basto oceano que es la red, nos vimos obligados a dejarnnos llevar por la marea de la filosofía futuristica y decidimos que cualquier soporte es poco para ver el futuro. De esta manera nos interesan tambien las peliculas futuristas modernas, la biotecnológia, la robótica, el espacio, la filosofía ciborg, los movimientos culturales como el ciberpunk o el steampunk, los espacios cotidianos en los que se expresa el futuro. estas son lineas de investigación en las que nos centraremos a partir de ahora. Siempre a través del prismático de la desorganización, lo confuso, lo parpadeante y lo inmediato que nos ha caracterizado hasta ahora. El destiempo tambien seguirá siendo vertebral a la hora de inyectar información.
Ésta forma de investigación a través de Internet no ha podido ser más apropiada para nuestra empresa. La formación del superhombre tecnólogico se queda en un montón de cacharros de hojalata si no se sustenta sobre una red interconectada de información, sin un chip de procesamiento de la información y sin una melancolía de volver a animalizarnos. Lo más interesante que nos ha aportado Internet es la cantidad ingente de archivos sobre los temas tratados y la historicidad de éstos, los cuales revelan evolución y a la vez retrospectiva del futuro.
Quizá nuestras utopías más deseadas se convertirán en las distopías más anulantes. Quizá en 2500 tengamos que mandar a un grupo de colonos terrícolas a conquistar otros territorios y debamos deshacernos de éste enorme error llamado planeta. Quizá la nave que tripule a esos colonos siga estando patrocinada por Santander, Orange o Mercadona. Quizá eliminemos el contacto físico para procrear o darnos placer. Quizá desaparezca el placer. A lo mejor dejaremos de sentir y debamos sentir solo los efectos de las cápsulas. Probablemente el corazón deje de ser el mediador entre el cerebro y la mano. Seguramente todos los momentos se perderán en el tiempo y no nos quede otro remedio que morir. A lo mejor ya no haya que morir en el futuro. Posiblemente vengan del espacio exterior a ponernos los puntos sobre las iés sobre la mala gestión de nuestro entorno. Es factible que consigamos crear sentimientos tan humanos en las máquinas que olvidemos sentirlos nosotros mismos. A lo mejor la vida se sucederá tan solo en un tablero virtual. Seguramente nos acabaremos identificarnos simplemente como polos de carne. Creíblemente el individuo se difuminará para dar paso a una masa facilmente vigilable. Casi seguro acabemos enamorándonos de un androide que siente. Pero lo que si tenemos claro es que El mañana es un horizonte temporal, y el horizonte, es una línea imaginaria que se aleja a medida que nos acercamos a ella.
FUTURO CADUCO CABALGANDO ENTRE EL DESFASE DE LA REALIDAD Y LO FUTURIBLENTE IMAGINABLE